Vivir la experiencia de subirte a un kayak en Lago Puelo, es algo que no puedes dejar pasar.
Aquí nos ves, remando al límite con Chile.
Si algo nos caracteriza, es que para asesorar con certeza al turista hacemos todas las actividades que se hacen en la Comarca Andina.
Navegar en kayak es una de las favoritas, y esta salida, la realizamos un día del verano 2020.
En esta oportunidad lo hicimos en Lago Puelo. Sus aguas turquesas son el espejo de los maravillosos cerros que lo custodian.
Esta vez elegí un kayak de aguas blancas, es mi preferido ya que con él puedo jugar un poco más, es muy ágil y me permite girar hacia un lado u otro con apenas clavar un poco la pala.
Pero a decir verdad el recorrido amerita hacerlo en un kayak de travesía.
Al fondo el cerro Tres Picos lucía elegante como dando la bienvenida a una jornada en la que pudimos disfrutar al máximo.
Al costado nos acompaña el verde del cerro Cuevas y el sonido del arroyo Teno que descarga sus cristalinas aguas poniéndole música al silencio de la apacible mañana.
Tuvimos la fortuna de un día espléndido a pleno sol y de aguas tranquilas.
En una hora y media aproximadamente llegamos al puesto de Gendarmería. Allí nos tomamos el tiempo para comer un asadito en la playa.
La tranquilidad reina por doquier en ese lugar, a lo lejos se escuchó el motor de una embarcación que llevaba turistas hasta el límite.
Luego de unos buenos mates emprendimos el segundo tramo.
El lago permanecía planchado y en unos cincuenta minutos aproximadamente llegamos al muellecito donde aún permanecía amarrada la embarcación que minutos antes habíamos visto pasar.
Nos acercamos al cerro Cuevas, y luego pasamos frente al nacimiento del río Puelo que en un corto recorrido de solo dos kilómetros, lleva las aguas del lago, hasta el Lago Inferior que ya pertenece al vecino país.
Descendimos de nuestras embarcaciones y nos dispusimos a hacer un mini trekking hasta el hito fronterizo, costeamos parte del río y otra vez, los argentinísimos mates dijeron presente.
Los rápidos del Puelo son la postal perfecta desde los miradores. Los cauquenes que sobrevuelan bajito completan un escenario natural increíble.
A las seis de la tarde emprendimos el regreso.
Sabíamos que las aguas ya no estarían tan calmas.
Generalmente todas las tardes, el típico viento proveniente de Chile dijo presente, pero nuestros brazos cansados agradecían la brisa que nos ayudaba a avanzar sin exigirnos tanto esfuerzo.
Alrededor de las 21.00 hs cuando aún nos quedaba un poco de luz, llegamos al muelle completando una jornada más de kayak en Lago Puelo disfrutando de nuestra hermosa Patagonia.